sábado, 2 de octubre de 2010

Sueño 02/10/2010 "Sueño en sueño"

Esta noche mi sueño se puede dividir en dos partes. La primera no la recuerdo mucho, pero al levantarme pensé que fue bastante trivial.

Lo mejor del sueño ha sido la segunda parte.

Nos encontrábamos en una sala bastante oscura, con una gran mesa rectangular en el medio de madera oscura, una ventana o un espejo (o ambos) en la parte central de la pared mas larga, 8 sillas y 4 personas. Las personas éramos una chica y un chico de mas o menos de mi edad, un hombre mayor, con barba oscura y creo recordar que gafas y yo. Cabe decir que no conocía a ninguna de las personas allí presentes.

El hombre mayor dijo que él se dedicaría a dirigirnos y que cada uno desempeñaría una labor. Al chico le tocó la comunicación con "algo"; a mi me tocó soñar dentro del sueño y comunicarme ahí con eso; a la chica no recuerdo exactamente que labor se le encomendó y al hombre mayor, además de dirigirnos a nosotros dijo que él vería a los entes de la sala.

Nos pusimos todos en la mesa, formando un cuadrado y dejando una silla libre entre cada uno de nosotros, cruzamos los brazos y apoyamos la cabeza boca abajo sobre la mesa. El hombre mayor de dijo que me concentrase, dejase la mente en blanco y intentase dormir y soñar. Yo veía como éste hablaba solo con seres que se movían por la habitación y al otro chico le salía un rayo de luz amarillo muy brillante de la boca que atravesaba la habitación y el espejo/ventana. Estaba intentando dormir pero no era capaz, algo me perturbaba y veía en la sala esferas grandes con muchas esferitas brillantes alrededor flotando, unas eran mas grandes que otras. Sobre todo me fijé en una que tenía un color rojo sanguinolento.

Llegó un momento en que el hombre mayor interrumpió aquel ritual y nos preguntó que qué era lo que habiamos sentido. El chico contó lo del rayo de luz que salía de su boca, y el hombre aclaró que eso se debía a que había sido el que se había comunicado verbalmente con los seres. A mi me preguntó que fue lo que vi y le conté que no había sido capaz de dormirme, pero que en ese estado de vigilia había visto esferas, y que en especial me llamó una la atención, la del color sanguinolento. El hombre se alarmó y me dijo que ese ser era muy peligroso, que andase con cuidado.