viernes, 30 de enero de 2009

Sueño 30/01/09

Estaba en Madrid y decidí salir a dar una vuelta por el barrio. Era de noche y como no me conocía muy bien la zona iba con bastante cuidado, aún así, iba entrando de vez en cuando en algunas tiendas para comprarme algo para comer. Una de las veces que entré en una tienda salí con un plato pequeño en la mano, y en ese plato había unos huevos cocidos, los cuáles me estaba comiendo. Después de caminar un rato decidí volver a casa, pero quería tomar una ruta distinta, asi que fui a dar "la vuelta a la manzana". Llegué a la calle de atrás pero no me hacía mucha gracia, me daba bastante miedo y volví por donde había venido. En ese momento vino una mujer de color hacia donde estaba yo, pero pasó, creo que llevaba un bebé en brazos. Poco después vi la sombra de tres hombres que venían hacia mi, esta sombra si que me aterró y me escondí. Cuando pasó un rato fui por donde supuestamente venían los hombres, no había nadie...

Vino mi abuelo a por mí en el coche para llevarme a casa. Cuando íbamos en el coche vimos un reflejo en el suelo. Nos bajamos del coche y fuimos a ver que era lo que producía eso. Era un reloj, lo único es que el reloj esta puesto en la muñeca de un hombre, un hombre muerto al que también se le veía parte de la cabeza. Hacía poco que le habían matado ya que la arena estaba movida. Llamamos a la policía en ese momento, y nos fuimos de la zona. Yo no podía dejar de pensar que si hubiese ido yo en ese momento por allí me habrían matado a mi. Mi abuelo conducía muy mal, se iba saliendo de la carretera, pero no pasó nada.

Por último estaba en una sala, estaba pintando un pie, dándole colores. Una amiga nos dijo a mi y a otra persona cómo teníamos que hacerlo. Seguíamos pintando el pie con ceras, y la verdad es que estaba quedando muy bien. Al rato me di cuenta de que eso no era un pie sino un pollo. El pollo estaba habierto por la mitad, y con la mano, comencé a sacarle las vísceras. Hubo un momento en el que le rompí una bolsa interna y comenzaron a salir heces, era muy desagradable. Al final lo deje limpio por dentro, pero la sensación fue muy desagradable ya que lo hice todo con mis manos. Fin de sueño.

miércoles, 28 de enero de 2009

Sueño 28/01/09

Iba con alguien vestido con una túnica caminando por ahí, no le reconocía, creo que no se veía la cara. Llegamos a una vía de tren, y en ella, había un vagón parado. Dimos la vuelta a vagón y vimos que había unas escaleras de mano en uno de los laterales. Subimos las escaleras y nos sentamos en el techo del vagón. Yo hablaba con mi acompañante, pero seguía sin saber quien era. De vez en cuando subía una mujer con una túnica, a la cual tampoco se le veía la cara, por las escaleras de los laterales del vagón. Esta mujer se acercaba y le decía algo al oido de la persona a la que se acercaba. Yo solamente queria que no se acercase a mi porque me daba auténtico pavor.
Una de las veces, la mujer subió, se acercó a mi y se dispuso a hablarme. Me dijo algo así como que tenía que ayudar a la niña, no sabía que niña.

En ese momento, aparezco en mi casa, en mi habitación. Miro hacia las escaleras, y recuerdo que me dijeron, que "aquélla" niña se cayó por ellas y se rompió la columna vertebral. Seguía en búsqueda de la niña, pero no había rastro. Llegué al salon, y nada, solamente estaba por allí la gata. En una de las veces que miré para otro lado, noté que la gata se acercaba a mi, desapareció y a la vez una niña me agarró de la mano. Era una niña pequeña, con el pelo oscuro, muy guapa y con cara de ser muy buena. Tenía una marca en la frente, como un moratón, pero a la niña parecía no importarle. Yo no sentía miedo, a pesar de que la niña, tras mantenerse unos segundos en pie, se caía, porque su columna se doblaba. Cogí a la niña en brazos, y le decía que tenía que descansar, la hablaba con mucho cariño, pues es lo que me transmitía ella. Después de hablar con ella, parece que la niña desapareció. Fin de Sueño.

lunes, 26 de enero de 2009

Ruta #1 Hornachos 26/01/09


Primera escapada de este año al campo, concretamente a la sierra de un pueblecillo llamado Hornachos. El día comenzó sin muchas espectativas de ver "algo" debido a la niebla y a la lluvia que nos atormentaba. Después de hacer parte del recorrido por la sierra, y de que varios intengrandes del grupo se echasen atrás, pareció que la lluvia amainó en gran medida, e hizo el paseo mucho mas apetecible, dejando a la vista paisajes como estos:





Continuamos la ruta, algunos del grupo se desviaron para llegar al pueblo,antes, otros pocos continúamos para poder apreciar y disfrutar de aquel entorno tan maravilloso. Por fin llegamos al valle el cual, supuestamente, era nuestra meta. A pesar de la niebla pudimos ver algo de aquella zona, pero en poco tiempo, nos pusimos en marcha hacia el pueblo. Peeero... cuando la lluvia dejó de ponernos a prueba una hora atrás, lo hizo para recargar fuerzas, y además, esta de vez de forma mas rabiosa, convirtiendo sus gotas de agua en bolitas de hielo que con el viento que arreciaba llegaban a hacer daño con los impactos. Aún así, hizo mucho mas apasionante el paseo.

Al fin veíamos el castillo que coronaba la sierra, y menos integrantes del grupo aún decidimos desvíar nuestro rumbo para ir a verlo, nos dijeron que no merecía la pena, pero al parecer se equivocaron. Subimos un camino mas duro y con mas pendiente que lo andado hasta ahora y por fin llegamos al castillo.





Completamente en ruinas, pero desde allí se divisaba todo el pueblo, y veías la llanura hasta donde el límite de tus retinas te dejaba. Por fin bajamos hacia el pueblo, una comida nos esperaba, y pocos habíamos retenido nuestra hambre y ganas de descansar, pero a esos pocos que nos quedamos, el cielo nos dio su recompensa.




Después de llevar varios días con lluvias y mucha niebla, el cielo se abrió, dejando un paisaje lleno de colorido y con la brillantez que deja el agua de la lluvia sobre las piedras y un paseo agradable de bajada hasta el pueblo. Quedó claro que la recompensa es para los valientes (o temerarios?).

Esta salida a la montaña me ha traido mucho recuerdos, en especial por las situaciones adversas en ciertos momentos y el contraste con las bonitas, y es que la última vez que salí al campo fue en la iniciación de "la vieja". :).

Lo bueno: alternativa antiestrés preexamenes cojonuda.

Lo malo: necesidad de ir agarrado de la mano de alguien en ciertos momentos. Echar de menos puede llegar a doler.

domingo, 18 de enero de 2009

Sueño 18/01/09

Estaba con mi hermano en algún sitio. No se exactamente donde, lo que estaba claro es que estábamos cargando con columnas muy grandes, despúes de las columnas unos árboles, además de muchas piedras, y después un tronco de arbol gigante en el que había muchos animalitos encima y por dentro, como insectos y unos erizos muy pequeños, y mucho musgo y vegetación pegada. Cuando terminamos de transportar todo lo colocamos como si fuese una construcción de algún tipo en el huerto de mi pueblo. Aquello era como un ecosistema nuevo, muy extraño. Las dos altas columnas estaban a los lados, en medio muchos árboles como abetos puestos en línea en medio, detrás de eso como escalones y baldosas de piedra bastante derruídas y encima el gran tronco de madera con los animales. Fuimos mi hermano y yo a verlo, todo continuaba en su sitio, pero decidimos cambiarlo de lugar y ponerlo en un lugar mas "desértico" que estaba en el fondo de la huerta. Aparecieron muchos hombres con aspecto de bárbaros que nos ayudaban a cambiar todo de sitio, entre ellos se pusieron a discudir y a dar hachazos a las maderas, me cabreé y dije que el que perdiese el tiempo que se fuese de allí. Cuando estabamos cambiado eso de sitio aparecimos con todas las cosas en una casa que estaba en la orilla de un río, delante de la casa había un barco con gente nadando alrededor. Alrededor de la casa solamente había barrancos con muchísimas piedras pulidas y redondeadas, si ibas por ahí te escurrías hacia el agua. Dentro de la casa estábamos mi hermano y yo (creo que también estaba Ali).
La casa estaba llena de monjas y un sacerdote, y ahora nos pusimos a cambiar todas las cosas (columnas y demás) de sitio de nuevo y llevarlos a otra habitación de la casa. Pero lo que teníamos que transportar ahora no era lo mismo, había columnas, pero no igual de altas, también había como una especie de frigorífico tumbado que pesaba mucho. Transportamos esas cosas, y ahora solamente quedaba como una especie de mesa hecha de bambú, que al cojerla que le cayeron trozos, encima había muchas cosas escritas en chino y algo que había en castellano decía que era el ritual "del vinagre", que se hacía cierto día para que fuese bien en los negocios, pero como estaba en chino no pude descifrar lo que ponía.
Cuando todo se acabo de transportar la sala se llenó de monjas y un sacerdote se me acercó y dijo que si yo quería quedarme allí tendría que hacerme sacerdote. Le dije que yo solamente quería estudiar a Dios, pero que no quería ser cura, me dijo que no, que cura no sería, sería sacerdote. En ese momento entró una monja por la puerta bromeando, el sacerdote la miró raro y... fin de sueño.

Mediocridad...

... Sentir que no se es bueno en nada, no poder decir, esto es lo mío y te lo voy a demostrar con hechos. Aunque peor es sentir que en algo si que lo puedes ser, unas veces la frustración y otra la desgana que produce el no ver un avance a corto plazo, se te aleja de las manos. Siempre te recordarán que hay gente mejor que tu en TODO, absolutamente todo, si creías que hacias algo genuíno y original... olvídate, otros van por el último capítulo del manual ya... Parece que estoy rodeado de semidioses en todos los campos... en fin... Un poco negativo, que pena que no fuese un sueño.

jueves, 15 de enero de 2009

Sueño 15/01/09 "carrera"

Entre otras cosas soñaba que estaba en medio de una carrera de atletismo. Los competidores éramos unos 7 u 8 y había tanto chicos como chicas. No recuerdo exactamente el sitio, pero creo que era mi pueblo, aunque no lo reconocía como tal. Yo iba muy cansado, y me estaba rindiendo, pero al parecer solo quedaba, para llegar a la meta, bajar unas escaleras de metal. Cuando bajábamos por las escaleras, a la chica que iba delante de mi se le cayó el ipod del bolsillo y se estampó contra el suelo, que estaba a unos 8 o 9 metros, y en ese momento, unos hombres que estaban mirando la carrera se empezaron a reir y a decir que ese ipod era muy malo. Cuando bajamos de la escalera la chica no fue a recoger su ipod, pero yo fui a por él para dárselo, lo recogí y en la carrera ya estaba en última posición, por lo que hice un sprint y me puse alguna posición mas avanzada.
Cuando llegamos a la meta había mucha gente esperando, se adelanta un hombre y dice: - Elegid a una pareja, que esto es una carrera de relevos, yo iba agotado, pero no me pareció mala idea. Entonces un chico se acercó a mi y dijo que él me relevaría porque parecía que yo tenía buen físico para esto, y yo... vale. Los relevos siguieron la carrera, y los demás nos quedamos en la línea de meta hablando y tal. Al poco rato viene un hombre con traje, y sombrero de copa corriendo en dirección contraria, el cual era el relevo de la chica del ipod, y decía que ya estaba cansado. Y yo pensando, pues menos mal que se han puesto estos dos juntos...
Por fin volvieron los relevos, nos colocamos en las posiciones para salir corriendo y mi compañero cada vez iba mas lento... Asique cuando me pudo dar el relevo ya íbamos últimos. Aún así tenía muchas ganas de competir y corrí con todas mis fuerzas, en poco tiempo me puse en buena posición. Llegamos a una calle que estaba llena de gente, casi no se podía pasar por allí, y la gente iba caminando muy lenta, todo se debía a que la calle esta llena de pollitos, miles de pollitos corriendo en una dirección y toda la gente mirándoles, decían que era una carrera de pollos, y entre otras cosas había muchos negros y grises. Total, que me fuí por un bordillo que había a un lado de la calle y adelanté muchas posiciones (mientras tanto iba pensando en que pasaría si pegase un pisotón en medio de los pollitos jajajaja). Ahora el obstáculo era una rampa metálica, como lo anterior, llena de gente. Esquivando a la gente comencé a subir posiciones en la carrera, y mientras tanto escuchaba que un hombre desde abajo, me estaba diciendo ánimo! con un par de cojones!. Llegué a lo alto de la rampa y era un puente, un puente lleno de caballos con los hombres llevándolos de las riendas desde el suelo, eso si que era problema. Los corredores estaban casi todos allí parados, no sabían que hacer, yo, ni corto ni perezoso, me subí por las barandillas del puente y fui corriendo y esquivando caballos, solo había 3 corredores delante de mí. Llegué al final del puente y me encontré con que allí había un gallinero y un par de granjeros, les pregunté que por donde habían ido los otros corredores, y me dijeron que subieron "por arriba". Me alcanzó el último corredor que adelanté, y juntos nos pusimos a buscar la salida. dimos vueltas por la granja en la que estábamos, pero no parecía haber salida. Por fin mi nuevo compañero encontró una cuerda y me dijo que le siguiese. Salimos a un patio en el que había una alambrada y dijo que la cuerda nos ayudaría a salir por donde estaba la alambrada. Salimos de allí, no se como, y ahora ibamos los dos corriendo pero atados por nuestras muñecas.
Estábamos ahora en medio del pueblo, en un lugar muy alejado de donde teníamos que ir, entonces volvimos por otra ruta, yo decía que eso era trampa, pero el tío decía... -y quien se dará cuenta. También dijo: -y que digan que la basura no sirve para nada (refiriéndose a la cuerda). Ya estábamos muy cerca de la meta, pero aquí se cortó el sueño. Fin de sueño.

lunes, 12 de enero de 2009

Sueño 12/01/09

Caminaba por las calles de mi pueblo. Pasé por una especie de clínica y como me dolía la espalda decidí entrar. Cuando estaba dentro me tumbaron en una camilla boca abajo y me hicieron una incisión en la parte baja de la espalda, me sacaron el hígado y otros órganos, creo que los riñones y me pusieron otros. Pareció que el dolor desapareció, pero aún así no todo iba bien, pasé por otra clínica en la que vendían órganos, y me volvieron a cambiar el hígado, ahora si que iba todo bien. Cuando salí de allí iba en calzoncillos por el pueblo, y para disimular me bajaba la camiseta e iba corriendo para que pareciese un culotte de atletismo.
Llegué a la plaza del pueblo en la que se celebraban en ese momento las fiestas taurinas, me escondí detras de un "carro" y me puse a ver los toros, pero si miraba por una rendija que había en unas maderas veía muchos caballos y una especie de batalla. Se terminó todo eso y yo me fuí todo indignado ya que no me gustaba nada aquel tipo de contecimientos, entonces me encontré con mi tía. La saludé y le dije que me parecía increíble que a los toros, con los violentos que son, dejasen ir a toda clase de gente y que un concierto de rock o metal fuese para mayor de 18 años, no dijo nada, y me preguntó que donde había estado, me dijo que ella sabía sitios mejores que para otra vez me pusiese allí. Dejé de hablar con ella y cuando me dirigía a casa vi un billete en el suelo, me agaché a cogerlo y cuando lo tenía en la mano vi que estaba pegado a la suela de un zapato, entonces escuché unas risas giré la mirada y vi a un hombre mayor que se reía de mi y m decía que lo del billete era una broma. Ya estando en casa hablaba con mi madre y le conté lo del trasplante de órganos y me decía que había hecho bien, porque ahora en mi horóscopo salía que tenía el símbolo del toro y eso significaba que tendría muy buena salud. Fin de sueño.

miércoles, 7 de enero de 2009

Sueño 01/01/09 "Berilio"


Todo comienza en la plaza de mi pueblo. Unos amigos y yo mirábamos algún tipo de espectáculo o acontecimiento que allí había. Me da por mirar al cielo ya que algo me llamaba la atención, y observé muchas bolas pequeñas de color dorado que iban dejando una estela en el cielo de color café. Otras muchas de ellas estaban con un aspecto transparente, que la luz que pasaba a través de ellos saliese enrarecida.

A continuación la escena transcurre en una sala de espera de un hospital. Estaba con mis amigos, pero el que estaba a mi lado era mi hermano pequeño. Aquella sala de espera era una habitación muy grande, con suelo blanco, paredes blancas en las cuales había varias puertas, cada una correspondiente con la consulta de un médico. En el lado opuesto de las puertas había una serie de escaleras mecánicas que supuestamente subían a un piso superior, pero el cual no llegué a fijarme. Lo mas curioso es que debajo de cada escalera había una valla de metal, con un aspecto bastante viejo y oxidado, que iba de una escalera a otra e impedía el paso para llegar a la parte trasera de las escaleras. Como era de esperar, mi hermano comenzó a pasar hacia la otra parte de las vallas y yo me dispuse a seguirle. Lo primero que encontramos al otro lado fue un cuerpo humano de plástico al cual se le podían quitar partes del cuerpo para mejorar el estudio anatómico, aún así, en aquella zona había algo más, y era un armario metálico apoyado en la pared del fondo de la sala. Mi hermano lo abrió y empezaron a caer muchos papeles y objetos, pero algo nos llamó la atención aún mas, y era un cuerpo, un cuerpo de las mismas características que el del ser humano solo que de un ser pequeño y cabezón, en el que muchos órganos eran bloques de plástico negro.

Después de eso, aparecemos una amiga, mi padre y yo por el campo, teóricamente situados en una zona de mi pueblo. En el paisaje predominaba el color verde, hierba y unas bolas un tanto amorfas de un verde mucho mas oscuro, casi rozando el negro, también se apreciaba un acantilado, con un río, y en la orilla opuesta un convento en lo alto (éste si que esta en mi pueblo). Mi amiga comienza a decirle a mi padre que por favor vayamos al convento aquel, pero mi padre dice que el acceso ahora mismo es casi imposible, pero después de mucho insistir al final accede y nos dice que un poco mas arriba del río hay un puente por el que se puede pasar a la otra orilla, entonces, sin mas comienza a correr y nos reta a ver quien es el primero que llega, nosotros pasamos y vamos a nuestro ritmo. Por fin llegamos a lo alto de una colina y vemos a mi padre de lejos corriendo a través del puente y una niña pequeña le persigue. Continuamos a nuestro ritmo. Perdemos a mi padre de vista. Ya estábamos en la otra orilla, supuestamente donde debiera estar emplazado el convento, pero allí no había ni rastro de él, en cambio había una gran cantidad de cosas extrañas por la zona y justo cuando llegamos vimos que una planta enorme, de formas extrañas y mas vital que muchos animales, atacaba a la niña que acompañó a mi padre y desapareció. Un poco mas alejado estaba mi padre, delante de una mesa, nos acercamos corriendo y presenciamos la escena. Encima de la mesa había tres vasos y alrededor gente extraña observando e incitando a mi padre a que eligiese uno de los tres vasos. Cada vaso contenía una cantidad de leche, y el que estaba mas lleno tenía también una fresa flotando, por lógica mi padre eligió el que estaba a la mitad, no eligió ni el mas “opulento” y el mas “precario” sino el termino medio, y por ello mi padre desapareció en una nube de gas rosa. Al lado había otra mesa, con los mismos vasos y la misma gente, y llegó la hora en la que nosotros eligiésemos. Yo no me atrevía a elegir ninguno, entonces mi acompañante fue rápidamente a por el que estaba mas lleno y con la fresa y lo bebió. Desapareció en otra nube de gas rosa, eso era buena señal. Ahora me tocaba a mí, y ya estaba mas decidido, ya que tenía menos posibilidades de fallar, ya que solamente había dos vasos en la mesa. Así que, faltando a toda la lógica, elegí el que estaba medio lleno de nuevo y desaparecí.

El último emplazamiento en el que me encontré fue en la orilla de enfrente de nuevo. Esta vez había conmigo una niña pequeña a la cual no conocía y me empezó a hablar. Le comencé a preguntar que eran aquéllas flores extrañas y cosas que se veían en el otro lado del río, y decía que no eran de este mundo, y para que no te hiciesen nada tenías que seguir unas reglas, por eso, su hermana, que era la niña que acompañaba a mi padre, fue engullida por la flor extraña. Al parecer me quedé mas calmado, cuando de repente, el suelo se comienza a abrir por métodos mecánicos en un lugar en el que aparentemente no había nada. Le pregunté a la niña y dijo que ahí vivía un hombre llamado Berilio, que contactaba con otros seres extraterrestres y hacía que no hubiese un desequilibrio en La Tierra y hacía que no la invadiesen intercambiando cosas con ellos.

Fin de sueño, (cuando me desperté busqué las propiedades del elemento Berilio (Be), y me quedé realmente sorpendido).