lunes, 22 de noviembre de 2010

Sueño 08/11/2010 "Atentados y mujeres encapuchadas"

Todo comienza en un estadio de fútbol. Estaba con mi madre y algunos amigos míos y todo parecía normal mientras transcurría el partido. De repente el sonido de unas explosiones fuera del estadio hizo que la gente comenzase a correr de un lugar a otro del estadio y que la gente saliese de él lo antes posible. Se había generado un gran caos.

Ya en la calle corríamos mi madre, un amigo y yo. Había militares por todos lados, también se veían lo que podían ser terroristas islámicos por todas partes. A lo lejos vi que había una puerta flanqueada por dos militares. En ésta puerta de vez en cuando se preparaban colas de personas que salían por esa puerta cuando los militares querían. Fuimos corriendo hacia allí pidiendo que nos dejasen salir de aquel lugar, ya que todos los alrededores del estadio estaban vallados con alambres de espinos. Nos dijeron que no, que no podíamos salir de allí.

Corriendo de un lugar para otro perdí a mi madre y a mi amigo. Fui por una calle y me encontré algunas mujeres con mantos y burkas que iban corriendo de un lado a otro. Las fuerzas del orden las neutralizaban diciendo que eran peligrosas. Desesperado volví hacia atrás para seguir buscando alguna vía de escape. Me encontré con otro amigo mío y nos fuimos hacia las vallas.

Subiendo una cuesta de tierra vimos otra pequeña puerta metálica con barrotes en la que no había nadie esperando y solamente un militar defendiéndola. Le pedimos por favor que nos dejase salir por allí, y cuando accedió nos dijo que tuviésemos mucho cuidado al otro lado de la puerta, que, aunque fuese de barrotes, no se podía ver nada al otro lado (cosas de los sueños). Salimos mi amigo y yo y nos cerraron la puerta por el otro lado y lo que vimos fue una calle muy ancha de una ciudad, con los edificios derruidos, fachadas destrozadas, marcas de explosiones y balazos por todos lados, coches hechos chatarra... pero cuando avanzamos un poco en la oscuridad de esa noche vimos una escena completamente escabrosa. El ancho de la calle, unos 40m, estaba ocupado por un ejército de mujeres, todas vestidas de túnicas grises con burkas negros. Podría haber unas 6 filas de mujeres y entre cada una de ellas no había casi espacio, y cada fila ocupaba el ancho de la calle. Las mujeres estaba completamente inmóviles, solo se movian sus ropas. En cuanto nosotros salimos de nuestra parálisis momentánea corrimos hacia la puerta de la que habíamos salido, y acto seguido todas las mujeres comenzaron a correr detrás nuestra, mostrando que bajo sus ropas tenían una gran cantidad de explivos. Cuando llegamos a la puerta nos dimos cuenta de que estaba cerrada y por mas que lo intentábamos nadie nos abrión.

Fin de sueño.