jueves, 24 de enero de 2013

Sueño 24/01/2013 "Implantes y corrupción"

Estaba anocheciendo, caminaba yo por las calles cercanas a mi barrio. Todo el ambiente parecía tranquilo, no circulaban coches por la carretera, lo cual no me llamó la atención en ese momento, y casi no había personas por la calle. 

Cuando estaba cerca del portal donde solemos quedar atisbé una persona sentada en ese portal. Estaba además echada hacia atrás, con unas vendas cubriendo completamente la cara y manchadas de sangre. Esta visión me escandalizó y empezaron a sudarme las manos y a ponerme nervioso; decidí cambiar de dirección e ir por un patio interior. 

Una sorpresa me llevé cuando dentro de ese patio una pareja de personas deformadas empezaron a moverse hacia mí, andaban despacio. 

En ese mismo momento apareció mi amigo Iván (yo estaba justo debajo de su casa) y me dijo que nos fuésemos de allí corriendo. Empezó a comentarme que nada es lo que era, algo había sucedido y ahora solo nos quedaba la pura supervivencia. Me acompañó hacia mi casa y en el trayecto escuchamos unas voces, nos escondimos.

Mientras estábamos escondidos pasó un grupo de 3 personas hablando de lo que iban a hacer. Se habían vestido con ropas militares e iban a algún sitio a sobrevivir. Hablamos un poco con ellos y se marcharon.

Iván comenzó a comentarme qué pasaba mientras caminábamos por unas calles mas alejadas completamente desoladas. Decía que ahora había que buscar cristales para intercambiarlos y con ellos conseguir dispositivos para sobrevivir mejor. Me dijo que yo podía saltar muchísimo, no podía hacer otra cosa, pero sí saltar; además llevaba un machete en la espalda. Él tenía un detector de cristales  y no recuerdo qué más. 

Llegamos a un punto en el que había unos edificios semiderruidos, se puso a escalar y me dijo que subiese ya que allí había muchos cristales. Subimos y montamos un refugio para pasar la noche. Mientras que estábamos allí un hombre se acercó, tenía una mirada extraña y comenzó a interesarse por lo que llevábamos, tanto los cristales como el equipamiento. Salimos corriendo y comenzó a perseguirnos, hice que me siguiese a mí y saltando de un edificio a otro pude despistarle. 

 Continuamos andando y llegamos a unos barracones. Dentro había muchísima gente, pero muy extraña toda. Había algunas personas muy agresivas, otras completamente mutiladas. Todo, en general, era muy triste, grostesco y sucio. Ahí descubrí lo que pasaba: la gente que quedaba viva (por lo que sea había muerto mucha gente o había quedado con un trastorno mental que los hacía muy agresivos) se peleaba, además de por sobrevivir, por partes de los muertos para implatárselas. Por eso yo podía saltar tanto, por eso Iván detectaba el cristal. 

Nos subimos a una especie de literas de dimensiones titánicas e intentamos descansar. Iván estaba haciendo chanchullos y cambiando cristales por implantes y otros dispositivos y un hombre le dijo que uno de los implantes para la vista que había conseguido por una pasta había pasado ya por varias decenas de huéspedes... en definitiva, el tener implantes de estos reducía drásticamente tus posibilidades de vivir; simplemente por el hecho de que podían levantar mucha envidia. Consiguió otro para escuchar a larga distancia. 

De repente comenzaron a gritar tres mujeres, preguntando quien había obtenido un implante que había pasado por varias personas. Iván se levantó, robó una bici y se fué huyendo. Yo me quedé en la puerta sin saber qué hacer, diciendo que no había cogido nada; entonces me ofrecieron una bicicleta para que me fuese con Iván, cosa que rechacé ya que estaba seguro que tenía algún tipo de localizador. En cualquier caso salí corriendo y las 3 mujeres me siguieron, intenté despistarlas saltando de edificio en edificio, pero ellas, desde abajo comenzaron a tirarme piedras. Éste edificio en el que estaba era un tanto extraño, ya que era antiquísimo, con decoraciones de piedra de color azulado estilo Maya. Al final, casi de forma amistosa, dejaron de seguirme y se despidieron de mí. 

Había perdido el rastro de Iván, si ya era difícil la supervivencia en grupo, individualmente era muy remota la posibilidad de sobrevivir. 

Yo seguía encima del edificio antiguo, seguí subiendo de edificio en edificio y vi que cerca mía había un pequeño helicóptero con una cámara y una ametralladora, algo así como un drone. Dando un salto me agarré al dispositivo y comenzó a desplazarse muy lejos de dónde estaba. 

Conseguí llegar a una ciudad que estaba completamente desolada. Salté encima de un edificio y vi que estaba todo destrozado, cristales rotos, cadáveres por todos lados... Pero también había "supervivientes" aunque eran especialmente violentos y en seguida me atacaban. 

Salté de piso en piso del edificio buscando armas, víveres y todo lo que me sirviese para algo. A los perseguidores les distraía saltando de edificio en edificio con mi capacidad. También intentaba buscar unos ojos que me permitiesen ver por la noche... poco a poco me iba corrompiendo y haciendo más inhumano. Finalmente encontré una bolsa pequeña llena de mosquetones pequeños y una navaja de buen tamañano; me los enganché al cinturón y me fui sigilosamente de allí. 

Estando en las afueras de la ciudad todo era distinto, era una zona mas rural y había algunas personas normales. Yo, para evitar que me viesen iba sigilosamente por los tejados, buscando además cristales. En medio del camino me contré con un hombre mayor y su hija, tenían pinta de vaqueros y cuando me iba a acercar a ellos sacaron una escopeta cada uno y comenzaron a disparme. Volví a los tejados y me escondí de los balazos que pasaban cerca. 

¡Por fin encontré gente! aunque parecían todos hostiles así que agazapado me fui por un camino empedrado y viejo. Allí había unas señales de peligro... eran marcando que había un hormiguero y muchos animales transformándose y eran muy agresivos; los animales infectados intentaban luchar contra los animales normales.No pude continuar por este camino.

En las cercanías había una prisión con mucha vigilancia. Allí dentro estaban dos de las tres mujeres que nos habían perseguido a Iván y a mí. El ambiente estaba muy agitado y comenzó un motín. Fuera, unos guardias armados comenzaron a disparar contra los que salían, pero había tantos presos que acabaron machacando a los pocos guardias que había. 

Yo seguí con mi estrategia, huir, pero lamentablemente las mujeres me habían visto y me persiguieron hasta una casa en la que me refugié. Estas mujeres tenían implantes, una tenía una fuerza descomunal y la otra me encontraba siempre con facilidad. Conseguí combatirlas separándolas y preparando trampas. Cogí mas cristales y huí de allí. 

A lo lejos vi una furgoneta con guardias muy armados. Me acerqué desesperado porque ya no sabía si tenía algún amigo o, por el contrario, todo eran enemigos. Por suerte, razonando y hablando desde o lejos conseguí acercarme a ellos sin que me hiciesen nada; me escanearon y me dejaron estar con ellos. Por lo menos estaba algo más protegido. 

Mientras estaba allí un hombre con la cara tapada y un poco ensangrentada se acercó a la patrulla. Iván, fue lo primero que pensé, el hombre se acercó corriendo hacia nosotros y la patrulla le disparó fulminándole. ¡No podía ser! le habían matado. Fui a quitarle las vendas de la cara y vi que no era Iván, por lo menos el Iván que yo conocía ya que esta persona tenía la cara completamente modificida y con implantes de todo tipo.







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