Soñé que estábamos Ali y yo en un pueblo en el que había muchas piscinas por todas partes.
Nuestra misión era que todas las piscinas estuviesen habitables para los delfines que había en cada una de ellas. El estado de la piscina se podía ver en unos paneles electrónicos que había cerca de ellas, y al observarlo nos dimos cuenta de que todas las piscinas estaban en un estado lamentable, los pequeños delfines probablemente estarían pasándolo muy mal.
Rápidamente fuimos a la piscina en la que el agua estaba en peor estado y el delfín estaba sufriendo mas. Nos metimos en el agua y sacamos a un delfín que había allí que no llegaría a los 50cm de largo, de estar fuera de el agua la piel se le estaba secando y poniendo rígida, por lo que teníamos que darnos mucha prisa para que no se muriese. Lo fuimos a meter en una palangana muy pequeña pero estaba muy sucia, entonces, en el agua que rebosaba de la piscina la limpiamos. Metimos allí al pequeño delfín y parece que le fue mejor, aunque estaba agobiado en aquel sitio tan pequeño.
Después aparecía yo solo en una calle del pueblo en la que había un concierto y mucha gente. Yo solo estaba preocupado porque tenía que recoger muchas tazas y platos llenos de nata y fregarlos. Me agobiaba. Fin del sueño.
Nuestra misión era que todas las piscinas estuviesen habitables para los delfines que había en cada una de ellas. El estado de la piscina se podía ver en unos paneles electrónicos que había cerca de ellas, y al observarlo nos dimos cuenta de que todas las piscinas estaban en un estado lamentable, los pequeños delfines probablemente estarían pasándolo muy mal.
Rápidamente fuimos a la piscina en la que el agua estaba en peor estado y el delfín estaba sufriendo mas. Nos metimos en el agua y sacamos a un delfín que había allí que no llegaría a los 50cm de largo, de estar fuera de el agua la piel se le estaba secando y poniendo rígida, por lo que teníamos que darnos mucha prisa para que no se muriese. Lo fuimos a meter en una palangana muy pequeña pero estaba muy sucia, entonces, en el agua que rebosaba de la piscina la limpiamos. Metimos allí al pequeño delfín y parece que le fue mejor, aunque estaba agobiado en aquel sitio tan pequeño.
Después aparecía yo solo en una calle del pueblo en la que había un concierto y mucha gente. Yo solo estaba preocupado porque tenía que recoger muchas tazas y platos llenos de nata y fregarlos. Me agobiaba. Fin del sueño.