jueves, 1 de octubre de 2009

Sueño 01/10/09 Monos

Hacía mucho tiempo que no soñaba, no sé a que pueden ser debidas estas idas y venidas de los sueños. Pero he vuelto a soñar, muy profunda y ademas larga y detalladamente.

Estaba supuestamente en mi pueblo. Un hombre me estaba diciendo que ahora estaba de moda entre los niños correr entre las flores amarillas y llenarse de polen. Todos los niños hacían eso, ya fuese corriendo o yendo en bici. El hombre me decía que ahora, para aumentar mas la situación, los apicultores decían a los niños que fuesen después a verles para quitarles el polen del cuerpo y hacer miel, que lo pagaban a dos euros, por tanto muchos mas niños iban a correr entre las flores.
Ahora aparecía yo en el campo, entre las flores por las que corrían los niños, recuerdo que mi abuela iba conmigo y me decía lo peligroso que era aquéllo, porque al ser la superficie de las flores tan espesa los niños podrían caerse a algún riachuelo o a alguna nora que no viesen. A lo lejos vi a mi hermano que iba en una bici por el campo, me acerqué corriendo hacia él. Cuando llegué estaba sentado en un árbol con una niña (ese árbol es real, ahí iba yo de pequeño en la realidad), me acerqué y le dije lo del árbol, me asintió y me fui de allí.
A lo lejos veía una gran mansion en medio del campo, empecé a pensar que era un sitio perfecto para ir a vivir con Ali allí, arreglar un poco la casa y limpiarla. Observé que estaba casi en perfecto estado, solamente que tenía suciedad. Llegaron mis tios y mi madre y me contaron que era muy barata porque estaba en medio del campo y que además tenía piscina. Cierto, miré fuera de la casa y había una piscina en varios niveles, con cascada y en la parte de abajo del todo una piscina bastante ancha para nadar. Me fui a la piscina y comencé a nadar y mojarme en las cascadas con aquél agua clara, y, de repente, mi madre y mis tios desaparecieron. Llegaron a la casa una familia que me miraban raro y me preguntaban que si se estaba bien en la piscina, además de pedirme que me fuese de la casa. Cuando salía vi que maltrataban aquella preciosa mansión y me fastidiaba.
Cuando iba alejándome observé que la casa estaba en un lugar alto, con precipicios de musgo en los lados. En lo alto de estos precipicios había gran cantidad de tocones de árboles y sobre ellos saltaba un mono. Yendo por el camino un niño se tiraba por el precipicio de barriga y cuando llegaba al camino se ponía de pie, me decía que para saltar bien había que hacerlo como bailando (cosa que no entendí en el momento).
Ahora me encontraba en la parte de arriba del precipicio, intentado agarrarme a los tocones, que, aunque se desprendían, conseguía avanzar. Entonces llegué a una zona en la que la parte de arriba del precipicio tenía una gran pared de madera, esta pared tenía puertas ovaladas cada metro, y las aproveché porque las manillas de la puerta eran de metal y aguantaban bien mi peso. Cuando llegué a la cuarta puerta la conseguí abrir, la atravesé, y me libré del precipicio.
Ahora me encontraba en un sitio mas extraño aún. Era una construcción antigua, diria casi ancestral, todo de una piedra amarillenta y estaba en medio de un agujero muy ancho en el suelo del cual no se veía el fondo. Caminé por una pasarela de unos 30cm de anchura y observaba a mi alrededor muchísimos monos saltando, me decían que los monos eran los constructores de aquel sitio y de la casa anterior, también advertí una construcción con forma de aspa en medio del vacío, en la cual, en cada aspa había un gato alternado con un mono, también me dijeron que los gatos eran entrenados por los monos.
Cuando salí de aquella zona me encontré de nuevo con mi madre y mis tios. Ahora mi madre tenía una apariencia extraña, tenía el pelo negro y blanco. Me dijo que se le había olvidado darme un regalo, abrió mi mano y me dio 20 dados blancos, a continuación me dijo que me daría el nuevo regalo y me dio otro 20 dados negros pero metidos en pequeñas capsulitas de plástico con una runa dibujada en cada uno de ellos.
Comenzó a venirse a mi cabeza la imagen de una bandera hundiéndose en una masa, intentaba transmitírselo a mi madre telepáticamente, pero mi madre no recibía nada. Entonces deducí que cerca del lugar en el que estábamos había un barco hundido y por eso pasaban las cosas extrañas.

Fin de sueño.

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