Soñé que por fin hacía el Camino de Santiago. Lo hacía en compañía de otro amigo. Todo comenzó sin mas problemas, andamos y llegamos a una primera ciudad. Allí yo buscaba una fuente como un desesperado ya que mi agua se había terminado. Encontré una y me dispuse a beber, bebí y bebí, pero mi sed nunca se saciaba.
Después de eso nos fuimos a un bar a tomar algo, había muy poca gente y nos fuimos. Cuando salimos de allí yo me encontré con viejas amistades y hubo un caluroso reencuentro. Nos volvimos a despedir.
Mas tarde seguía teniendo sed y fui a llenar una botella vacía y sucia que tenía y cuando estaba cerca de la fuente un hombre gordo, recurrente en mis sueños, se dispuso a hablarme. El hombre tenía entre manos un dispositivo de alumino, era un cañón. Me dijo que lo colocase cerca de las ventanas ya que bajo un ataque aéreo el cañón estaría dispuesto para disparar. Yo le dije que el sitio que me había dicho era malo ya que si disparaban con un mortero a la zona, el cañón sería lo primero que se destruirima, pero no me hizo caso.
El hombre me dijo que fuese con él. Entramos en una sala grande, donde había bastante gente. Chicos y chicas jóvenes que me miraban seriamente, todos estaban allí por un objetivo. El hombre gordo nos dijo que era el momento y rápidamente la gente salió corriendo, yo fui con ellos. Comenzamos a cargar misiles entre varias personas para montarlos en un barco y disparar desde allí, parece que un ataque o una guerra se avecinaba. No sabía que pasaba, y entre el caos aparecí en otro lugar.
Al parecer continué el camino, pero ya no tenía dinero, ni agua, ni comida y lugares para descansar ni nada. Hablé con un amigo que lo había hecho y me contó que a el le sucedió lo mismo, entonces se dispuso a vender su ropa. Dijo que lo primero que vendió fue su sudadera, la vendia por 2€ pero al final, por la lástima que transmitía, le dieron 62€. Decía que estaba solo y hacía muchísimo frío y no daba mucha buena impresión, ya que como la sudadera que vendía estaba mojada, la gente pensaría que su acompañante se había ahogado en el río y le había quitado la ropa para venderla.
Después de eso nos fuimos a un bar a tomar algo, había muy poca gente y nos fuimos. Cuando salimos de allí yo me encontré con viejas amistades y hubo un caluroso reencuentro. Nos volvimos a despedir.
Mas tarde seguía teniendo sed y fui a llenar una botella vacía y sucia que tenía y cuando estaba cerca de la fuente un hombre gordo, recurrente en mis sueños, se dispuso a hablarme. El hombre tenía entre manos un dispositivo de alumino, era un cañón. Me dijo que lo colocase cerca de las ventanas ya que bajo un ataque aéreo el cañón estaría dispuesto para disparar. Yo le dije que el sitio que me había dicho era malo ya que si disparaban con un mortero a la zona, el cañón sería lo primero que se destruirima, pero no me hizo caso.
El hombre me dijo que fuese con él. Entramos en una sala grande, donde había bastante gente. Chicos y chicas jóvenes que me miraban seriamente, todos estaban allí por un objetivo. El hombre gordo nos dijo que era el momento y rápidamente la gente salió corriendo, yo fui con ellos. Comenzamos a cargar misiles entre varias personas para montarlos en un barco y disparar desde allí, parece que un ataque o una guerra se avecinaba. No sabía que pasaba, y entre el caos aparecí en otro lugar.
Al parecer continué el camino, pero ya no tenía dinero, ni agua, ni comida y lugares para descansar ni nada. Hablé con un amigo que lo había hecho y me contó que a el le sucedió lo mismo, entonces se dispuso a vender su ropa. Dijo que lo primero que vendió fue su sudadera, la vendia por 2€ pero al final, por la lástima que transmitía, le dieron 62€. Decía que estaba solo y hacía muchísimo frío y no daba mucha buena impresión, ya que como la sudadera que vendía estaba mojada, la gente pensaría que su acompañante se había ahogado en el río y le había quitado la ropa para venderla.
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