domingo, 20 de abril de 2008

Sueño 20/04/08

El origen de este sueño no recuerdo donde estábamos... pero se que después de estar en "algún lugar" acabamos en el charcomúsika (también conocido como Extremúsika 08). En medio de un concierto de nosecual artista nos pusimos muy cerca del escenario, tan cerca que el cantante guitarra (muy malo por cierto) apoyaba la guitarra en una mesita que había delante de nosotros y la tocaba con una sola mano. Yo estaba indignado, porque la música de este grupo era de muy mala calidad, y la letra también, y la gente estaba mas que animada. Llegó un momento en el que nos pudimos subir al escenario y ver todo desde aquella perspectiva.

Cuando terminó el concierto y nos íbamos para casa, un objeto volador pasó a grandísima velocidad sobre nosotros, y toda la gente se quedo mirando eso... pero el objeto despareció, seguido de este, llegó otro objeto volador con forma muy extraña, y se puso a dar vueltas a mucha velocidad sobre sí mismo y aterrizó. Al momento salió un hombre vestido de blanco, y venía hacia nosotros, el hombre llevaba un casco, así que no se le podía ver la cara. Nos perseguía porque quería algo que había en la mochila de un amigo mío, alcanzó a mi amigo, y le agarró, yo me abalancé sobre el hombre este y me agarró con una mano y a una velocidad impresionante me rompió todos los huesos del cuerpo...
Fin de sueño.


Primer objeto el que paso volando, el segundo es el que aterrizó y llevaba al hombre.

2 comentarios:

Alicia AK dijo...

Uooo, esta mañana, muy mañana he visto "Contact" y he llorado un montón :$ Los naves esas me recuerdan a Matrix 8-)

Irie Olvia dijo...

Dios kuki, tus sueños son extraños, cómo los de todo el mundo, creo, pero el hecho de que los recuerdes, o más bien que te atrevas a escribirlos, no por el valor, sino más bien por el hecho de ser capaz de darles la sensación y saber ubicar al lector, a pesar que es una peazo de tarea, que incluso al que escribe ficción o hechos reales, se le escapen detalles y no siempre consiga llegar a crear el escenario y la acción.
Un beso duende