Estaba en el salón de la casa de un amigo. El salón tenía una cristalera muy grande a través de la cual se veía el edificio de enfrente. Una cigüeña bajó volando a un saliente que había en ese edificio y comenzó a picar a un pajarito que había hecho su nido allí; lo mató y le quitó el sitio. Estaba con una amiga mirando a la cigüeña, cuando de repente una de las persianas de la ventana se bajó y nos tapó gran parte de la vista.
En ese momento algo, mucho mas grande que la cigüeña, negro y sin plumas, voló hacia el lugar dónde estaba la cigüeña. Ahora solamente podíamos apreciar como la cigüeña se golpeaba una y otra vez con el pico y las alas con la pared de una forma extremadamente violenta. Supuestamente el otro ser le estaba robando el nido.
Unos instantes después la cigüeña apareció a mi lado, con un ala cortada y cubierta de sangre, casi sin poder moverse.
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